El pasado miércoles celebramos un acto en recuerdo de los tristes acontecimientos que han tenido lugar en el IES Joan Fuster de Barcelona. Reflexionamos en común sobre ellos, leimos textos de nuestros alumnos/as y guardamos un minuto de silencio. Queremos enviar nuestro mayor apoyo al alumnado y al profesorado del instituto.

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Buenos días, soy Ana. Me gustaría deciros lo que siento acerca de los tristes acontecimientos que han sucedido en un instituto de Barcelona.

Dichos sucesos, han sido consecuencia de la violencia. La violencia siempre es ciega, no tiene ojos para mirar y siempre está llena de ira. Por eso, siempre recae injustamente sobre las personas que son más vulnerables e inocentes.

Yo quisiera pediros a cada uno de vosotros, que desde vuestros ideales, vuestras creencias religiosas, el que las tenga y desde vuestras convicciones, tuviéramos un pensamiento u oración para este profesor que perdió su vida en un acto de solidaridad. Además, querría que pensáramos en aquellas personas que están sufriendo su perdida y en todas las personas para las que el dolor de la violencia es el pan nuestro de cada día.

Por último, quiero aprovechar este terrible momento no para acabar hablando de violencia, sino de confianza y paz. En mi casa siempre he escuchado que todos nos necesitamos en un momento u otro del camino y que nadie es prescindible. Por ello, debemos ser lo suficientemente generosos o bondadosos para tender nuestra mano a quien lo necesite. Pero también lo suficientemente valientes para tener el coraje de agarrarse de la mano de otro cuando lo necesitemos. Estoy convencida de que entre todos podemos hacer un muro frente a la violencia.

Ana Casado (3º)

Este minuto de silencio es debido al asesinato que se produjo anteayer en el instituto Joan Fuster de Barcelona. Quizás, algunos de vosotros no entendáis el motivo de esto ya que es algo que nos coge bastante lejanos, exactamente a 996km y a lo mejor pensáis que al hacer esto no vamos a cambiar nada. Todos los que pensáis así os equivocáis, al hacer esto mostramos nuestro respeto, respeto hacia las víctimas, respeto a los alumnos que presenciaron este terrible suceso y algo muy importante, el respeto a los profesores. Esto último es algo que muchas veces se nos olvida, los profesores son personas como tú y como yo, que están aquí para transmitirnos conocimientos y enseñanzas.

A lo mejor, hay algún profesor con el que no encajamos o que no es de nuestro agrado, pero aún así sigue siendo una persona. Nosotros siempre defendemos nuestros derechos, pero al igual que nosotros los tenemos ellos también los tienen y debemos de respetarlos. Gandhi fijo una vez: “La vida es como un espejo; si le sonrío me devuelve las sonrisas”. Con esto quiso decir que tratemos a la gente como nos gusta que nos traten a nosotros.

Reflexionar sobre ello y daros cuenta que para respetarse a uno mismo, hace falta primero respetar a los demás.

María Rey (3º)

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